MARDUK - THOSE OF THE UNLIGHT

Uno de los mejores y más clarificadores albums del viejo estilo del Black Metal (a pesar de que su origen no es noruego) El disco, estrenado en 1993, sentó las bases de lo que hoy es Marduk. Ritmos bestiales, sin apenas un segundo de descanso pero con canciones bien definidas cada una de ellas. La atmósfera que transmiten estos suecos en su segundo largo es insuperable y al terminar deja el regusto de clásico entre los clásicos. El tracklist es el siguiente:

1. Darkness Breeds Immortality (3:48)
2. Those of the Unlight (4:43)
3. Wolves (5:50)
4. On Darkened Wings (4:15)
5. Burn my Coffin (5:15)
6. A Sculpture of the Night (3:29)
7. Echoes from the Past (7:06)
8. Stone Stands its Silent Vigil (3:03)

El redondo "tan solo" dura 37 minutos y medio, pero esto es algo común en el estilo a pesar de que también existen bandas que tienden a alargar más sus obras, como Emperor o Ulver. La primera es la típica canción Marduk, rápida, corta y a la yugular. Perfecta como introducción al caos. La segunda es la que da nombre al CD y es una de las mejores con unos riffs enormes, cortesía de Devo y Evil, los dos guitarras por aquel entonces y una gran labor de Bogge como bajista. Wolves es un tema insignia de la banda y un bis obligatorio en sus directos. Tiene de todo: atmósfera opresiva, punteos monstruosos y una batería prodigiosa en su parte central, dominada por el también vocalista Af Gravf . Los pelos como escarpias. Las 3 siguientes son pistas memorables en las que Af deja constancia del nivel de su voz. Quizá la mejor sea esa On Darkened Wings con un estribillo realmente pegadizo (para el tipo de música que es, claro) En la séptima pista, la más larga, Marduk nos sorprenden con una preciosa y melancólica balada instrumental, dejando constancia de su maestría como músicos. Podría haber sido un bonito final para el disco. Pero esto es Black Metal y de bonito hay lo justo. La despedida viene con la feroz y rabiosa Stone Stands its Silent Vigil, la más corta del disco y la que le pone el broche de oro. Auténtica obra maestra del género. He dicho.

DARK FUNERAL - DIABOLIS INTERIUM

El álbum del que voy a hablar hoy es uno de mis favoritos dentro del Black Metal. El tercer largo de los suecos Dark Funeral, Diabolis Interium. Se trata, para mi, de su mejor redondo hasta la fecha (y bastante inalcanzable, vistas las últimas fugas de sus miembros). Está producido por el gran Peter Tägtgren (productor de otras obras del Black o Death, como Immortal, Amon Amarth, Dimmu Borgir, o Old´s Man Child, entre otros; así como cantante de bandas como Pain, Bloodbath o Hypocrisy) Puede parecer curioso una banda de Black metal que no sea Noruega o de algún país del norte, pero es algo bastante común en la actualidad. Ahí va el tracklist:

1. The Arrival of Satan´s Empire (3:46)
2. Hail Murder (5:02)
3. Goddes of Sodomy (4:12)
4. Diabolis Interium (4:19)
5. An Apprentice of Satan (6:03)
6. Thus I Have Spoken (4:50)
7. Armageddon Finally Comes (3:21)
8. Heart of Ice (4:34)

Voy a empezar al revés. Las "peores" del álbum (pero en absoluto son malas, quizá algo más típicas) son Thus I Have Spoken y Armageddon Finally Comes. El resto son putas obras maestras del Black, oscuras, feroces, rápidas, salvajes y con partes sublimes. La primera empieza el disco a lo bestia, sin ambajes. Brutalidad a mansalva y una batería (cortesía de Matte Modin) que rezuma blastbeats infernales. Goddes of Sodomy es el perfecto preludio a la mejor del disco, que es Diabolis Interium. Posee una parte, tirando para el final que es de lo mejor que he escuchado jamás. El vello erizado, y el sudor de headbangear son inevitables. Eso si, una vez me cogió un tirón de los bandazos que di, en serio. Entras en una especie de trance mientras cabeceas y gritas cantando la letra y emulando a ese enorme cantante que es (era) Emperor Magus Caligula. Después es necesario descansar unos segundos, porque viene el que es considerado el tema estrella del disco, An Apprentice of Satan, con unos riffs bastante pegadizos por parte de Lord Ahriman y Dominion. Genial. El CD termina, después de un descanso con sus 2 temas más flojos (insisto, es un decir), con la genialmente épica Heart of Ice, la canción perfecta para rematar uno de mis 5 álbums favoritos.

Lo dicho, imprescindible.